recién llegado....
Acción, vértigo, un despliegue de páginas de construcción precisa, como si estuviesen listas para ser filmadas. Nadia y ese secreto de nombre Orgasmatrón, que ella se traga y le provoca miembros nuevos, que asoman por entre todos sus orificios. Más un robot y el espacio exterior. Una lección de narrativa, así como una historieta que puede ser vista hoy como síntoma temprano en el devenir artístico de su autor.