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Brian Azzarello y Eduardo Risso siguen avanzando en la historia ambientada en la época de la ley seca de Estados Unidos. Moonshine vol. 2 publicado por Planeta Cómic engloba los números 7 a 12 de la colección
No es ningún secreto que Brian Azzarello y Eduardo Risso encajan guión y dibujo de sus historias a la perfección, desde que colaboraran en 100 Balas, dentro del sello Vertigo de DC Comics. Ahora a pesar de publicar bajo la editorial Image siguen deleitándonos con una historia que ha conseguido mezclar el negocio ilegal del alcohol en la América profunda con un mito tan asentado como el de los hombres lobo. En este segundo arco de la colección la narrativa toma dos caminos diferentes para seguir las evoluciones de dos de los personajes principales de la saga.
Por un lado tenemos a Lou Pirlo huyendo de las consecuencias que le dejó el final del tomo anterior. Lo encontramos maltrecho y vagabundo escapando hacia los estados del sur, pasando un calvario que le llevará a desarrollar incluso trabajos forzados. Y en el otro lado de la balanza nos encontramos con Tempest, que sigue sufriendo la persecución de los capos mafiosos en pos de hacerse con el negocio familiar, despreciada incluso por su madre, que ahora es quien manda en el clan.
Por el camino tenemos revelaciones sorprendentes que nos llevan a entender mejor ciertas situaciones, sangre y vísceras por doquier y la omnipresente muerte. Aunque el regusto que deja la lectura de esta obra es la de ser parte del camino. No tenemos la sensación de estar ante algo relevante como si sucedía con el tomo anterior. Azzarello nos lleva de la mano hacia lo que quiere llegar a contarnos pero más que acercarnos consigue alejar la acción, pone a Lou y a Tempest muy lejos de sus tórridas escenas, demasiado para dos personas que comparten un lazo tan fuerte. Los hombres lobo caminan por separado, esperemos que no sea durante mucho tiempo.