EL SUEÑERO-EL DIA DEL JUICIO FINAL E IBAÑEZ CON DESCUENTOS HASTA EL 31 DE JULIO
Por supuesto, como estamos homenajeando a Solano López, partiré comentando el apartado artístico. Una maravilla al nivel de decir que es una exquisitez ver los trazos realizados por el maestro Solano. No, no es ser fanático ni parecer ‘lamebotas’, es simplemente la verdad. El aspecto visual es simplemente increíble que casi llega a opacar el guión de Barreiro, pero digo casi porque al final terminan trabajando de la mano y con una agilidad inigualable. En serio se logran grandes trabajos cuando hay una buena conexión entre escritor y dibujante.
Aquí no estamos frente a los dibujos de El Eternauta, pues en esta etapa Solano ya había decidido cambiar su estilo por uno más pulcro y detallista, con sus mujeres espectaculares y esbeltas que uno desearía que existieran en la realidad, estilizados escenarios y rostros que representan perfectamente lo que el personaje quiere decir. En ese sentido, Solano demuestra sus habilidades como narrador gráfico en viñetas que uno simplemente no puede evitar repetirse en geniales 148 páginas. Solo con ver la espectacular secuencia inicial del ataque a la guarida de Pablo Escobar o el combate de tanques en plena Siberia dan por pagado el cómic.
Además el entintado es perfecto y le entrega un tono realista a los personajes, menos caricaturesco pero adecuado para el tono de la historieta.
Ahora respecto al guión, Barreiro logra un trabajo admirable de ritmo y atrapa al lector desde la primera página. Es una historia de venganza con mucha acción y secuencias que envidiarían hasta los mejores realizadores de Hollywood, OJO. Si bien circulan muchos personajes por las páginas, hay pocos que son completamente desarrollados y otros solo sirven para ciertos momentos. Luis Mosquera es el protagonista de la historia, aunque en un comienzo no tiene idea de ello. Su transformación está presentada de manera algo simple en realidad, pues solo un hecho provoca un cambio radical en su forma de actuar, quizás faltó desarrollar más aquello.
Uno de los secundarios que realmente destaca es Dick Master, periodista norteamericano del Herald of Manhattan, el primero en entender la mente criminal detrás de los desastres presentados en el cómic. Aunque su caracterización es algo cliché (periodista desaliñado con adicción al cigarro), es uno de los pocos que realmente razona la verdadera amenaza y sus intenciones. Mientras que Pichón, el segundo al mando del Cartel de Medellín, un hombre de edad pero muy inteligente, vendría a ser la voz de la experiencia dentro de aquel grupo y un personaje al que nadie quisiera tener de enemigo.
Lo más débil de la historieta es la parte romántica, que si bien cumple, es demasiado predecible y a momentos innecesaria. Aunque la secuencia onírica en la nieve es fascinante, la única luz en medio de la caída al abismo de quien protagoniza esta historia. Tampoco aportan mucho los políticos o militares, siendo representados de forma bastante simplona, o son tontos, inútiles o cerrados de mente.
Al final no es una historia sobre el ‘Día del Juicio Final’ pero se acerca, ya que es cada vez más probable que sean unos pocos los que terminen destrozando este planeta por razones tan simples como la venganza o el odio, no por castigo divino. Viendo la viñeta final de la obra de Solano/Barreiro, deja con una sensación de horror y desolación. Ese diálogo “Lo han hecho…” asusta. Y es un miedo real, pues vivimos con él todo el tiempo en nuestra actualidad.
No es una obra perfecta, pero es tan entretenida, atrapante y con un trabajo artístico de López que sorprende. Debe y tiene que ser leído por todos los que creen que en Latinoamérica no se ha hecho realmente nada interesante después de El Eternauta y prefieren leer cosas norteamericanas. Hay muchos cómics que destacar y éste es uno de ellos.
Alonso Ibañez y su hijo Gonzalo son nobles, pero esta nobleza es precisamente su única posesión, ya que la suerte les ha puesto al borde de la indigencia. Y para colmo de males, el destino los ha convertido en una molestia para el propio rey de España, debido a un indeseado duelo con un hidalgo vecino, de mayor fortuna, aunque pobre en inteligenica. Utilizados a menudo como peones en el juego político de la corte, los Ibáñez deberán actuar para mantenerse indemnes en la partida. Gonzalo de Ibáñez, tras el juicio y la condena, y salvando como puede los avatares de la suerte, será el esponsable de transitar un camino que llevará a lo más bajo de la sociedad española de su época. En su travesía conocerá valiosos amigos y peligrosos enemigos, y poco poco escalará hasta el lugar que le corresponde, esta vez ganándolo con su propio esfuerzo.
Ibáñez es una obra que une a dos artistas con peso propio dentro de la historieta mundial. Robin Wood es su guionista y creador de Nippur de Lagash, Gilgamesh el Inmortal, Dago y otros innumerables clásicos de la historieta argentina. A través de sus argumentos ha recorrido la historia humana para dar su versión personal de cada evento, e incluso nos ha lelvado más allá, a mundos imaginarios que de otro modo hubiesen quedado en la leyenda.
Enrique Breccia, dibujante excepcional de series como Alvar Mayor, El sueñero o la más reciente vida de Lovecraft, ha dado imagen a relatos y rostro a personajes con una maestría y versatilidad pocas veces alcanzadas. sus trazos dan vida y materia a eventos y escnarios por igual, haciendo tangibles y cotidianos a mundos ajenos a nuestra experiencia.
Los talentos reunidos de ambios artistas, en lugar de sumarse, se multiplican y potencias nucho más allá de lo esperado, para contarnos la historia de la vída y el afán de redención de una familia de hidalgos españoles.