CABEZA DE DIBUJANTE
El oficio de dibujante, según Gustavo Sala, consiste en una sucesión infinita de sinsabores. Quien asuma esta tarea, acepta habitar una Cabeza de dibujante -la de Sala. en la que ocurren toda clase de cosas absurdas o desgraciadas, pero siempre geniales. Una existencia que, si no fuera por el humor ácido y la ironía de Sala -sin duda uno de los mejores humoristas del país- sería difícil de sobrellevar. Como la de todos.